viernes, 13 de septiembre de 2013

Un Ejemplo de Vida





“Porque amo la vida y amo lo que hago, sigo adelante con mis aprendices”
 
Medellín (Antioquia), 13 de septiembre de 2013.- El día para la instructora Lina María Hurtado empieza muy temprano. Desde las cuatro de la mañana se levanta para llegar a tiempo a dar su clase de seis en el Centro Tecnológico del Mobiliario; luego parte hacia la Fundación de Apoyo y Acompañamiento a Personas con Cáncer de Mama - Fundayama, y en la tarde se desplaza hasta la comuna 13 de Medellín para formar a líderes juveniles de los barrios de esta zona en conflicto.
 
Y es que paradójicamente y como una jugada inexplicable del destino, esta mujer graduada como administradora de negocios con especialización en Gerencia del Talento Humano, la misma que hace siete años con mucho amor y altruismo ayudó a crear esta Fundación, hoy a sus 36 años se convirtió en una paciente más, pues en octubre de 2012 fue diagnosticada con cáncer de mama.
 
La noticia indudablemente sacudió su existencia pero no la derrotó, pues gracias a su valentía, fe, amor por la vida y por quienes la rodean, asumió con total fortaleza su enfermedad, razón por la cual desde ese momento asiste cumplidamente a los tratamientos y lucha día a día para vencer el cáncer.
Esos ánimos y sueños por vivir, son los que la han hecho ignorar el dolor físico y cumplir sagradamente la cita que tiene con sus aprendices, a quienes considera como hijos entregándoles parte de su tiempo, el cual divide entre su familia, su novio y el SENA.
 
Trabajo en el SENA desde hace tres años, y puedo decir que es lo mejor que me ha pasado, me siento feliz de ser instructora pues ayudo a que muchas personas salgan adelante, por eso vivo orgullosa de lo que hago y sobretodo de mis aprendices”, expresó con emoción Lina María.
 
 
 
 
 
Para ella todas las clases que da son importantes, sin embargo recientemente inició una formación que despierta en ella su espíritu valiente y emprendedor. Se trata del programa Técnico en Recursos Humanos con énfasis en Servicio al Cliente, dirigido a los jóvenes que habitan la comuna 13 de Medellín.
 
 
Según Johana Gaviria, aprendiz y líder social del barrio San Javier, “Desde que iniciamos clases con Lina, el solo hecho de verla y saber que a pesar de su enfermad llega con alegría y buena disposición a enseñarnos, es una gran motivación para que nosotros aprovechemos las clases al máximo y como ella, luchemos por nuestros sueños”.
 
 
Una de las cualidades de Lina es su vocación de servicio, pues entre muchas acciones que realiza en pro de la comunidad, se destaca la campaña Regala Sonrisas, en la que cada diciembre recolecta juguetes, ropa y alimentos para niños de escasos recursos del departamento.
Siempre he sido activa y muy disciplinada, en parte se lo atribuyo a mi experiencia como bailarina de danzas folclóricas a las que me dediqué por 15 años, alternando con mis estudios en el Colegio Teresiano de Envigado, donde también me caractericé por el compañerismo”, explicó Lina.
 
 
Aunque trabajó durante siete años como directora de Gestión del Talento Humano en dos organizaciones importantes de Medellín, siempre tuvo en su mente enseñar, por lo que siente que ahora en su papel de instructora puede compartir todo el conocimiento y experiencia a los jóvenes de la ciudad, lo que le genera una gran satisfacción personal y profesional.
La profe nunca nos falla, siempre nos da la clase a pesar de que tenga algún dolor o aún cuando va a sus quimioterapias. Ella es un ejemplo de vida y todo lo que aprendemos lo replico a los muchachos de los grupos juveniles en el barrio”, comentó Peter Valenzuela, otro de sus aprendices.
 
 
Mientras se acomodaba una colorida diadema para decorar su cabeza, que usa por gusto y no por avergonzarse de haber perdido su cabello, afirma: “Durante mi tratamiento de mastectomía y quimioterapia siempre he contado con el apoyo de mis seres queridos y del SENA. Nunca he dejado a mis aprendices solos, así les demuestro que a pesar de las dificultades podemos seguir adelante y sonreír a la vida”.
En el mediano y largo plazo, Lina aspira a seguir cumpliendo sus sueños, quiere seguir ayudando a los que más lo necesitan y sobre todo aportando un granito de arena a la concientización y formación de los jóvenes para que aprovechen el inmenso potencial que tienen y lo pongan al servicio de la comunidad.