SU DISCAPACIDAD
“El
día dos de octubre de 1997 a las 2:30 de
la tarde me encontraba jugando a la vuelta canela buscando caer de pie y una de
las caídas fue sentada. En ese momento no sentí mis piernas entonces mis papás
me llevaron al hospital, después de practicarme muchos exámenes y de estar
un mes internada en el hospital, me
diagnosticaron Trauma Raquimedular”.
Ana estuvo hospitalizada un mes, pues este era el primer
caso en el mundo en el que una persona
no podría volver a caminar por haber tenido una caída. Al salir del hospital
inició rehabilitación con terapias, fisioterapias, controles con neurología y
psicología.

SUS
SUEÑOS
“Siempre
soñé con estudiar en el Sena porque es una institución con mucho prestigio y
las personas que estudian allí salen muy bien preparadas”.
Su
padre trabajaba en una empresa en la que desempeñaba labores logísticas, fue
así como Ana Lucía empezó a trabajar en esta área y decidió estudiar este
programa en el Sena. Después de haberse presentado en repetidas ocasiones,
pasó y actualmente está estudiando
Técnico en Desarrollo de operaciones logísticas en la cadena de Abastecimientos
y dice sentirse feliz porque el programa no solo le permite conocimiento sino
que además le da la posibilidad de poner en práctica estos conocimientos.
CAMBIO DE VIDA
Dice
que ve la vida de otra manera, “hoy después de llevar cuatro meses estudiando
en este lugar Siento que me ha cambiado la vida porque me ha permitido concluir
y llevar a cabo algunos proyectos personales y me di cuenta de la capacidad que
tengo para cumplir las metas propuestas y a asumir retos como aprender a
conducir mi propio vehículo”. Expresa
que se ha convertido en una persona más independiente pues actualmente está
viviendo sola y esto le ha dado más estabilidad emocional.
Expresa
que se siente orgullosa de pertenecer a esta institución porque hay mucha calidad humana, hay respeto hacia los demás,
cordialidad y una sana convivencia entre las personas.
Ana
Lucia, un ejemplo de vida.